Sin duda alguna, hoy todos estamos de acuerdo en que la crisis está con nosotros y desea acompañarnos indefinidamente. Nos ha llegado a todos, de alguna u otra manera, todos estamos siendo afectados. La mayoría negativamente claro, pero aun en medio del desorden, hay muchos cambios positivos. Por ejemplo, se dice que las generaciones siguientes serán más responsables.
El criterio y la integridad se forman por medio de experiencias y el entorno que nos rodea. Debido a que en los siguientes años tendremos que aprender a vivir con medida, sin abusos, sin el consumismo desquiciado que veníamos experimentando, la conducta de la juventud se acomodará a estos nuevos paradigmas. Empezaremos a ver una juventud más sana, más saludable, y sobre todo más responsable.
En tiempos de declive económico, las familias cambian sus actividades familiares y conviven más. La típica noche de sábado cuando los hijos se van al cine cada quien por su lado, los padres a cenar a un restaurante, y los tíos a un concierto en el antro mas popular de la ciudad, va a ser cambiado por un sábado familiar en casa, con cena casera y juegos de mesa o películas rentadas. Esto como resultado a los recortes y medidas de precaución por las cuales toda familia se regirá.
La comida chatarra, “comida rápida”, por cierto no la más saludable, ha sufrido ya una gran caída en sus ventas. El consumidor clave de esta industria, el de los 12 a los 29 años de edad, está sumamente preocupado por sus finanzas. Los jóvenes menores de edad, quienes dependen de la salud económica de sus padres obviamente dejaron de consumir en grandes cantidades como antes. Ahora el “recalentado” comienza a tener ese sabor tan especial que le dan nuestras mamás. Por otro lado, los de más de 18 cruzan la etapa de estudios superiores y no desean mal gastar el poco dinero que tienen disponible. Los que egresan de la universidad no encuentran trabajo pronto y como tal estiran el dinero al máximo. La comida rápida deja de ser tan conveniente, ahora tenemos el tiempo para ir a visitar a la tía que tan rico cocina.
El punto en esencia es que, la siguiente estación de nuestra vasta economía, no solamente trae grandes cambios económicos sino también grandes cambios en nuestro proceder. Grandes cambios sicológicos.